Barbanza un espacio que gana fuerza por sus más de 450 representaciones


Los estudios e investigaciones realizados en los últimos años por parte de aficionados y por profesionales de la USC, han logrado incrementar de forma paulatina la relación de los petroglifos existentes en Barbanza.

Uno de los estudios sitúa en 450 los conjuntos de grabado existentes en la zona, la cual puede ser superada ya que constantemente ocurren más hallazgos. El número se eleva, especialmente si se considera que el conjunto de Galicia hay catalogadas 3.374 estaciones. En este caso, los autores del estudio no dudan en señalar que Barbanza ha dejado de ser una zona marginal en lo que al arte rupestre se refiere, convirtiéndose en un espacio relevante del área.

De esos 450 petroglifos catalogados en la zona (350 en Barbanza y el resto en Carnota – Muros), engloban más de 800 motivos diferentes, siendo los más recurrentes las cazoletas, esos pequeños huecos excavados en la superficie de las rocas, aunque también destaca la elevada presencia de zoomorfos (representaciones de animales).

Las representaciones del arte rupestre que existen en la zona, se complementan con un centenar de círculos simples, específicamente, 140 de combinaciones circulares, 90 cruciformes, 13 armas y cuadro laberintos, algunos serían motivos variados que corresponderían a períodos históricos.

El informe realizado por Carlos Rodríguez Rellán, Ramón Fábrega Valcarce y Alia Vázquez Martínez, señala que su propósito era suplir la ausencia de aproximaciones al arte rupestre gallego, con la intención que abarcara toda la comunidad. El trabajo concluye que el número de estaciones triplica la cifra del último recuento realizado en el 2006. con más de mil rocas con grabados situados en Galicia.

La concentración de petroglifos sigue las pautas del pasado, con la provincia de Pontevedra reuniendo más de la mitad de las estaciones.

Ramón Fábregas destaca que “Fóra dese gran núcleo pontevedrés, con Campo Lameiro como epicentro, a zona de Barbanza xa pode considerarse a día de hoxe coma unha interesante área secundaria na arte rupestre galega, algo que antes da realización deste traballo non era así”.

Esther R.