En el Río Loureiro el petroglifo del guerrero (Parte I)


En el barrio de Herbello, específicamente en el municipio pontevedrés de Cangas do Morrazo de la parroquia de Aldán, existe una roca situada al lado del camino que lleva por nombre Monte Pereira, donde se encuentra el petroglifo del “guerrero de Río Loureiro”.

Este grabado representa al guerrero provisto de casco con cuernos, una espada desenvainada en una mano y en la otra un pequeño escudo redondo. Este guerrero tiene vestimenta referencial a una túnica que sólo deja expuestos los pies. Aparece mirando a una especie de cabaña de plantar circular, techo cónico y puerta cuadrada. A uno de los lados de esta aparece una maraña de trazos de difícil interpretación y por encima de ella hay numerosas cazoletas. Del lado izquierdo del guerrero también existen trazos de difícil, interpretación; al igual que del lado derecho.

Los trazos de los grabados son en “U”, los cuales presentan un gran desgaste debido a la erosión lo que acredita su antigüedad que data en el periodo Bronce III o periodo final (1200 – 600 antes de Cristo).

Este guerrero para ser más explícitos, no podemos incluirlo dentro del tipo esquemático o cruciforme, tenemos es que atribuirle una menor antigüedad que estas representaciones, precisamente otorgando una datación de finales de la Edad de Bronce.

Su casco cubre toda la cabeza, y también su cara, dejando solo al descubierto los ojos Este tipo de cascos aparecen en la Península Ibérica desde finales del segundo milenio a.C hasta comienzos del siglo VIII a.C. Los podemos ver en varias estelas de guerreros de la Edad del Bronce del SO peninsular.

La túnica es típica de lino, muy usada en esa época, es un saco que llegaba hasta los pies con agujero superior para introducir la cabeza; los brazos y pies quedaban al descubierto.

En cuanto al escudo es de tamaño pequeño redondo con sujeción central. A través del Mediterráneo los escudos redondos se extienden por todo el Occidente y llegan a la Península Ibérica a partir del siglo VIII a.C, de la mano de los pueblos mediterráneos que arriban a estas costas en busca de minerales.

Esther R.