Petroglifo de Monte da Gurita I: representaciones zoomorfas que varían en cinco modelos


Monte da Gurita I (Baroña, Porto do Son, A Coruña) se trata de una las estaciones con representaciones zoomorfas más interesantes de Galicia, ya que la misma cuenta con más de 40 manifestaciones que varían entre los cinco modelos iconográficos básicos. Aunque a simple vista se pueda visualizar un aparente desorden de la misma, un análisis detallado permite identificar tres zonas en la representación y, dentro de ellas, algunas sub – escenas de comportamiento animal.

La gran cantidad de petroglifos se encuentran en una roca de granito con una pátina oscura e inclinada, de 3,20 metros de ancho y 5,10 de largo, donde su parte inferior se encuentra parcialmente enterrada.

A los pies de la colina hay otra zona con numerosas combinaciones y una zoomorfa circular, y otra fundamentalmente con grabados.

En la actualidad se distinguen al menos 44 zoomorfos, incluyendo varios machos con cuernos exagerados, con una mayor concentración en el sector noroeste de la losa, en las proximidades una combinación circular muy quebradiza y por lo tanto más gruesa; por un costado de una razón heliomorfo para cuya ejecución se aprovechó una protrusión de piedra natural.

A pesar de su técnica sencilla, el petroglifo principal Gurita I mostró algunos animales que se desvían del diseño generalmente cuadrado y dos zoomorfos muy sintéticos en Barbanza.

Sin embargo, algún peligro se esconde en esta expresión artística notable de la temprana Edad de los Metales, que está expuesta particularmente de incendios, la acción de las máquinas y las cortadoras, factores que causan el estallido de la superficie de la piedra y la pérdida parcial de la representación.

Desde 2003, la Universidad de Santiago está desarrollando un proyecto de investigación en el Municipio Sonense sobre el arte rupestre, y en este contexto sobre la Gurita y su entorno, y la preservación de esos espacios.

El conjunto de Monte da Gurita I (Baroña, Porto do Son, A Coruña) fue publicado por primera vez por Mariño del Río en el año 2000.

Esther R.